Cada día me pregunto si consigo transmitirte mi cariño y mi empatía cuando detrás de mi mono, mi doble par de guantes, mis dos mascarillas y mis gafas antisalpicaduras medio empañadas te tengo que contar que tu madre está fallecida, y allí estamos los tres en tu salón, tu madre, tú y yo.
Cuando te tengo que decir que tu marido está muy malito aunque sólo empezó con la fiebre anoche, que le vamos a poner algo para que se quede tranquilo. Ella entiende. Y te pregunto, ¿Quieres que llamemos a alguien para que no estés aquí tan solita?
Cuando te tengo que informar de que tienes un infarto, y empiezas a temblar porque tienes mucho miedo. Mírame a los ojos, te digo, y respira conmigo. Y así, cogiéndote de la mano y respirando juntos llegamos al hospital. Hoy sé que estás bien.
Siento que mi “Epi” es una pared que tengo en medio, pero espero que nuestra calidez la traspase.
Artículo escrito para la iniciativa en twitter #Lavozdelasenfermeras impulsada por Yolanda Guerrero
Marta de la Torre es enfermera de UVI Móvil del SUMMA 112 Madrid